Formas Efectivas para Dejar de Sobrepensar
- Ivette Barragan
- 23 feb 2024
- 2 Min. de lectura

Sobre pensar las cosas es mi estilo. He llegado a dominar este arte con poco esfuerzo y práctica constante.
Pienso demasiado porque necesito ejecutar todos los escenarios para cada situación. Soy muy organizada y me encanta la estructura, así que en los detalles está el detalle. Pienso demasiado cuando alguien me pide que haga algo, pero no he recibido una confirmación explícita de lo que quieren. Pienso demasiado en mi pasado y en mi futuro. Vuelvo a ver episodios de mi vida, como volver a ver episodios de Big Bang Theory. Pienso en cosas sin sentido y me encanta imaginarme catástrofes. Interpreto escenarios hipotéticos en el caso de que alguien en mi familia se muera. ¿Cómo me sentiría? ¿Qué haría? Créeme, hay mucho que hacer cuando alguien fallece. Me imagino en un accidente automovilístico y si sobreviviré. Incluso para responder a esta pregunta, estaba pensando demasiado. ¿Debo responder con uno, dos, tres... ¿O debería dejarlo pasar e ir a por otra pregunta para pensar demasiado o qué? Verás, ¡estoy en espiral ahora mismo!
Pensar demasiado me hace sentir irritable, exhausta e incapaz de concentrarme en nada. Experimento varios síntomas físicos como dolor de estómago y dolores musculares, y me dificulta dormir. La peor parte son los pensamientos negativos que trae el pensar demasiado, lo que puede hacer que me sienta paralizada, incapaz e insatisfecha.
Esto es lo que funciona para mí cuando estoy lidiando con pensamientos y emociones difíciles:
1. En primer lugar, reconozco de dónde vienen estos pensamientos y sentimientos. Me tomo un momento para revisarme a mí misma e identificar si estoy sintiendo miedo, ira, frustración o tristeza. Entender por qué me siento así es importante para ayudarme a seguir adelante.
2. A continuación, reconozco el marco temporal de estos pensamientos y sentimientos. ¿Son del pasado, del presente o del futuro? Si son del pasado, me recuerdo a mí mismo que pensar en ellos no cambiará lo que ya sucedió. Si son del futuro, me digo a mí mismo que me ocuparé de ellos si vienen. Si son del presente, me concentro en cuál debería ser mi primer paso para abordarlos.
3. Luego, cambio mi enfoque al momento presente y a las acciones que debo tomar para seguir adelante.
4. Reformulo mis pensamientos para ser más positivos y optimistas. Me recuerdo a mí misma que las cosas saldrán bien al final y que tengo la fuerza y la resiliencia para manejar lo que se me presente.
5. Evito el perfeccionismo y me recuerdo a mí mismo que está bien hacer lo mejor que pueda.
6. Respiro profundamente para ayudar a calmar mi mente y mi cuerpo.
7. Finalmente, me distraigo de mis pensamientos participando en un pasatiempo o actividad que disfruto, como bordar, rompecabezas, leer o hacer ejercicio.
¡Espero que esto te ayude!
.png)



Comentarios